Informe EAPN-ES: Se mantienen las desigualdades territoriales pese a las mejoras en los indicadores de pobreza.

La Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en el Estado Español (EAPN-ES) ha presentado este lunes 22 de mayo el Informe ‘El Estado de la Pobreza en las Comunidades Autónomas’, un Avance de Resultados del capítulo de Comunidades Autónomas que se incluirá en el XIII Informe sobre el Estado de la Pobreza el próximo otoño, elaborado a partir de la Encuesta de Condiciones de Vida 2022, del Instituto Nacional de Estadística.

Con este informe, EAPN-ES ha ofrecido un primer análisis de los datos e indicadores de pobreza y exclusión social autonómicos, poniendo de manifiesto la desigualdad social y económica de los territorios que componen el Estado español, y la necesidad de reducir las importantes brechas que se derivan de ella en la calidad de vida de las personas.

CANTABRIA

La tasa AROPE de Cantabria desciende 1,9 puntos porcentuales hasta el 19,5 %, la cuarta más baja del país. A su vez, los componentes bajan ligeramente, mientras que los indicadores de desigualdad se mantienen estables. En comparación con el resto de las regiones, Cantabria presenta el segundo mejor dato de población en pobreza severa (5,1 %) y el sexto de privación material y social severa (5,0 %).

Con relación a 2015, la población en riesgo de pobreza y/o exclusión ha caído menos de un punto (-0,9), mientras que los diferentes indicadores han experimentado cambios en distinto sentido. Así, mientras que la privación material y social severa ha aumentado (+1,3 p.p.), la tasa de pobreza cántabra se mantiene prácticamente igual (-0,1 p.p.) y ha disminuido de forma acentuada la proporción de personas en hogares con baja intensidad en el empleo (-6,4 p.p.).

Con todo, Cantabria tampoco sigue la senda necesaria para alcanzar lo acordado en la Agenda 2030, para lo que en 2022 debería detectarse unas 22.000 personas menos en situación de riesgo de pobreza y/o exclusión social. Sin ningún tipo de transferencias públicas, en 2022 la tasa de pobreza cántabra se habría triplicado hasta un 45,0 %, mientras que si la única aportación existente fuesen las pensiones por jubilación y supervivencia habría aumentado en 9,6 p. p.

En el caso de la pobreza severa en Cantabria, ésta alcanzaría a más del doble que en la actualidad si sólo hubiese pensiones por jubilación (11,9 %) y se multiplicaría por seis de no haber ningún tipo de transferencia (32,1 %).

Por otra parte, las diferencias mantienen cierta estabilidad a lo largo de la serie, lo que muestra la importancia del papel de las administraciones en el sostenimiento de las condiciones de vida de las personas y la reducción de pobreza y desigualdades. Durante 2021, año en el que se detectaron los efectos de la crisis por covid-19, se aprecia un incremento en la importancia de las transferencias analizadas. Este impacto, aunque disminuye en 2022, se mantiene superior a los contemplados antes de la pandemia, lo que demuestra la importancia que tuvieron y tienen aquellas medidas del escudo social cuya puesta en marcha ha permanecido. De este modo, se evidencia la necesidad de que las administraciones públicas continúen desempeñando políticas redistributivas.

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