Jornada de sensibilización. ¡PONTE EN SUS ZAPATOS!

El GTIPS (Grupo de Trabajo de Incidencia Política y Social) de EAPN Cantabria organizo este sábado 25 de mayo la Jornada ¡PONTE EN SUS ZAPATOS! para movilizar y sensibilizar a la población respecto al sinhogarismo, entendido como la expresión más extrema de la exclusión social.

El acto se desarrollo en la plaza del ayuntamiento de Santander, donde los asistentes pudieron experimentar por un momento estar en los zapatos de una personas sin hogar.

El sinhogarismo es la expresión más extrema de la exclusión social y es un fenómeno que no incluye solo a las personas que viven en la calle, sino que incluye también a las que habitan una vivienda precaria o inadecuada.
En Cantabria, mientras esperamos los datos de 2023-24, las encuestas realizadas por Nueva Vida, Caritas Diocesana de Santander y Cocina Económica, entidades pertenecientes a la Red Cántabra contra la Pobreza y Exclusión social, se puede estimar que hasta 2022 existía una horquilla de entre 250 personas y 350 personas sin hogar y sin vivienda en Cantabria.
Lo que detectan estas entidades es la tendencia creciente de este fenómeno.
El perfil de estas personas corresponde a varones con una edad media algo por encima de los 30 años con estudios básicos y que alternan el desempleo con trabajos precarios e irregulares.
En Cantabria un tercio de las personas sin hogar son españolas de los dos tercios restantes la mayoría procede de África, otra parte de Europa y la menor de América Latina.
La edad media de las personas sin hogares de 44 años los españoles y 33 años las personas extranjeras.
Destacar que a pesar de existir factores específicos y afectan de manera particular a las mujeres, el número de mujeres que viven en la calle es menor del de los hombres, antes de llegar a esta situación de calle agotan todos los recursos a su alcance viviendas inseguras, soportando violencia machista o aceptando alojamiento a cambio de cuidados.

Existen diferentes causas por las que llegan a esta situación: 
– Causas económicas: como la elevada tasa de desempleo o empleo precario.
– Causas relacionales: la falta de una red de apoyo, el aislamiento y soledad de las personas, la existencia de conflictos familiares o la violencia de género.
– Causas personales: la discapacidad, problemas de salud. física o mental, adicciones, un bajo nivel educativo, encontrarse en situaciones irregular o desconocer el idioma local.
– Causas institucionales: insuficientes respuestas de las administraciones públicas y otras instituciones, a pesar del gran trabajo que realiza el Santander, el centro de acogida princesa Leticia.

Nos movilizamos por tres razones:
– Sabemos que vivir en la calle mata y las personas sin hogar están en una situación de vulnerabilidad que implica grandes riesgos para su seguridad física, así como para su salud física y mental.
– Queremos combatir el estigma y la deshumanización de las personas sin hogar. Sensibilizar a la ciudadanía para la eliminación de los prejuicios que rodean a las personas que están sin hogar y eliminar ese mito de que las personas que viven en la calle son porque quieren. 
– Y, por último, llamamos a las instituciones para reforzar y acelerar las acciones que ya están en marcha, a la creación de las plazas en albergues y residencias le dan seguir una serie de programas de acompañamiento y servicios complementarios para definir y itinerarios de inclusión social que logren una verdadera solución. Necesitamos contar un observatorio de la pobreza que nos aporte datos fiables para abordar el problema y poder considerar todas las categorías que incluyen, no solo el sinhogarismo, sino también la exclusión residencial.

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